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martes, 22 de agosto de 2017

Discografía de Ñu



DATOS:
Género: Folk Rock/Heavy Metal
Servidor: Skydrive
País de Origen: España

BIOGRAFIA:
El grupo nace de una banda anterior formada en 1972, Fresa, de la que formaban parte J.C. Molina y el guitarrista Rosendo Mercado. En 1974 el grupo pasó a llamarse Ñu. Su primer concierto fue el 16 de febrero de 1975. En 1976 se publicó, sin conocimiento del grupo, su primer disco, el sencillo "Que nadie escape de la evolución / Volando en sociedad". En 1978, Mercado abandonó el grupo para fundar su propia banda, Leño.

Los continuos cambios en la formación del grupo (hasta sesenta músicos distintos a lo largo de su discografía) se han puesto en relación con el carácter del líder del mismo, descrito por uno de sus críticos como «irascible, autosuficiente y poco diplomático». José Carlos Molina constituye historia viva del rock español, siendo uno de los personajes más emblemáticos dentro del género y de los más longevos en cuanto al desarrollo de su carrera musical. A pesar de los cambios de formación, el grupo ha recibido críticas que consideran su música «rock anclado en el pasado» y acusan a su líder de negarse a evolucionar.
Para otro crítico, sin embargo, «Ñu ha soportado dos décadas de incomprensión y ausencia de apoyo, respondidas con una actitud de "aquí me las den todas, que yo tiro para adelante". Para muchos, el veterano grupo madrileño se perdió en la noche de los tiempos, pero lo cierto es que su actividad, aunque públicamente inadvertida, no ha cesado nunca. (...) Ñu es la flauta que vencerá, al menos en el terreno de la dignidad».

Tras la salida del guitarrista Rosendo Mercado de la banda, José Carlos Molina reúne a un nuevo grupo de músicos para grabar lo que va a ser el primer LP de la banda. José María García (el "sini") sustituyó a Rosendo en la guitarra. El veterano Enrique Ballesteros se encargó de la batería. El recién llegado Jorge Calvo se encargó del bajo. También se produjo la incorporación de Jean Francois André al violín, que procedía del grupo de folk Labanda. La grabación del disco estuvo dirigida por el "todopoderoso" productor de rock Vicente "Mariskal" Romero para el sello "Chapa Discos", la división rockera de la discográfica Zafiro. El disco se grabó en un buen estudio de grabación, pero el ingeiero de grabación no era el apropiado. Por lo que el grupo se ha quejado siempre de que el sonido del disco no era el que ellos buscaban. Objetivamente, la batería tiene el sonido más deslucido del disco.

El estilo de este disco puede encuadrarse dentro de la onda del rock progresivo que triunfaba por aquel entonces en el panorama internacional. Las influencias de bandas como King Crimson, Jethro Tull o Yes se mezclan con pinceladas de blues y folk. La guitarra de García y la voz de Molina añaden ráfagas de furioso rock. Todas estas características mezcladas hacen que el trabajo posea una gran originalidad compositiva. El buen ambiente en la banda y las ilusiones de juventud se entrecruzan para dotar al disco de una espontaneidad irrepetible.

Todos los temas del disco están compuestos por J. C. Molina excepto el mítico "Preparan" que firman Molina-Calvo-Ballesteros. Este tema junto con los de "El juglar" y "Cuentos de ayer y de hoy" son posiblemente los más emblemáticos del disco. Sin olvidarnos de "Algunos músicos fueron nosotros" que salió como single; "Profecía" que abría el disco; y "Paraíso de flautas" que lo cerraba. El disco fue un éxito de ventas y catapultó a Ñu como una de las bandas más relevantes del panorama musical en España.

Algo más de un año después de la grabación del primer LP, la banda entra de nuevo en el estudio. La discográfica "Chapa Discos" quería aprovechar el tirón del grupo para poner un nuevo disco en el mercado. De nuevo el productor Vicente "Mariskal" Romero está al frente de la grabación. En esta ocasión se logra mejorar el sonido en relación al anterior disco. "A golpe de látigo" ofrece un sonido limpio y muy contundente. El estilo es similar al "Cuentos de ayer y de hoy". Se trata de una incursión en el rock progresivo con toques de folk y blues. En este disco se puede apreciar una mayor influencia de Jethro Tull.

Para esta ocasión el grupo no repite formación (algo que será habitual en la historia de Ñu). Algunos miembros de la banda habían abandonado la formación después de una accidentada gira. En concreto, el guitarra J. M. García y el batería Enrique Ballesteros tuvieron que ser sustituidos por Eduardo Pinilla y Raúl García. Continuaban en la formación Jorge Calvo al bajo y Jean Francois André al violín, junto al incontestable José Carlos Molina.

Si bien se puede considerar al "A golpe de látigo" una continuación del estilo del primer disco, en este disco se aprecia una mayor madurez y contundencia en las composiciones. La potencia de temas como "Velocidad" y "A golpe de látigo" acercan el estilo de la banda al puro rock duro. Mientras que la canción más popular de este disco, "El flautista" está impregnada de un claro estilo folk. "A la caza de Ñu" y "El expreso" entrarían dentro de la categoría del rock progresivo con prolongados fraseos instrumentales. La principal novedad instrumental del disco es un piano, que toca Molina, y que está presente en la mayoría de los temas. Especialmente destaca en la composición de "La galería". De nuevo, todos los temas están compuestos por J. C. Molina, excepto "La llegada de los dioses" que firma el guitarra Eduardo Pinilla.

El disco recibió buenas críticas, sin embargo no tuvo el éxito comercial que se esperaba. Tal vez llegaba en un momento en el que el rock progresivo empezaba a declinar como el estilo de moda. En España, en concreto, empezaba a triunfar el rock urbano que era una propuesta musical diametralmente opuesta con composiciones más sencillas y letras más directas. A pesar de todo, es uno de los mejores discos de Ñu.

Después del fracaso de ventas de "A golpe de látigo", Ñu tuvieron problemas para grabar su siguiente disco. La compañía "Chapa Discos" le había retirado la confianza y apostaba por otros grupos como Leño, Obús, Barón Rojo, etc. Molina no se rindió y se enfrentó a la compañía exigiéndole la grabación de un nuevo disco. La compañía cedió, pero destinó un presupuesto ridículo a la producción esperando que Molina renunciase. Sin embargo, Molina aceptó y grabó el tercer disco del grupo con unas condiciones técnicas precarias.

José Carlos Molina se encargó de la producción en esta ocasión. La grabación se efectuó en los estudios MC que estaban en plena reforma. Las condiciones de grabación fueron pésimas y se refleja en el sonido del disco. Sin duda, es el disco con peor sonido de Ñu. Paradójicamente, es uno de los discos de Ñu más vendidos y de mayor éxito. El éxito de este disco posicionó de nuevo a la banda en lo más alto.

La formación de la banda en este disco es completamente nueva. La crisis después del "A golpe de látigo" había afectado a los ánimos de Molina y la banda se había desintegrado prácticamente. Entonces, Molina reclutó a una nueva banda. Chiqui Mariscal, un viejo amigo de Molina, dejó Leño y se incorporó en Ñu al bajo. Jerónimo Ramiro "Jero" (guitarra) y Miguel Angel Collado (teclados) fueron los jóvenes fichajes que tocaban juntos en el grupo Salamandra. Bob Thackway se incorporó a la formación en la batería. Por último, Pepe Moreno aportó su colaboración en el saxofón.

En el disco "Fuego" Ñu se adentra en el género del rock duro. Las principales influencias son Deep Purple, Rainbow o Black Sabbath. Se mezclan los temas más pesados como "Más duro que nunca", "La Revolución" y "Lucifer" con temas trepidantes de virtuosismo instrumental como "Nessa", "Fuego" y "El hombre de fuego". Tal vez los temas más reconocibles de este disco sean "La bailarina" y "Más duro que nunca". De nuevo, J. C. Molina firma todos los temas del disco excepto "Más duro que nunca" que firman Molina-Pinilla y "La bailarina" que firman Molina-Ramiro.

El estilo musical de este disco rompe con la época anterior, aunque conserva el gusto por los arreglos complicados, producto de la simbiosis que se establece entre Molina y Collado. Ambos músicos congeniaron estupendamente a la hora de componer y arreglar canciones. Las principales novedades en el estilo son la velocidad y la pesadez de los ritmos que se sumergen en el rock duro y el heavy metal que triunfaba por aquel entonces. También se observa un cambio en el estilo de las letras. La temática medieval siguió predominando, pero si bien en la primera época los trovadores y juglares protagonizaban escenas pastoriles y ensoñaciones, en esta segunda época los caballeros y guerreros en actitud épica se apoderaron de la escena.

Después del éxito del anterior disco, la compañía "Chapa discos" no quería desaprovechar el buen momento de la banda. La compañía apostó fuerte por el grupo y menos de un año después de la publicación del tercer disco, Ñu entró de nuevo en el estudio. En esta ocasión la compañía alquiló los mejores estudios de grabación del momento, los Mediterraneo Studios de Ibiza, y contrató los servicios de Robin Black, el productor de Jethro Tull, para producir el disco.

Con estas inmejorables condiciones, se consiguió un sonido excelente para el nuevo disco. La producción de Black dejó la característica voz de Molina en un plano más discreto que en los anteriores discos. Como singularidad también, el "Acorralado por tí" es el disco de Ñu en el que menos presencia de la flauta se observa. El protagonismo de las partes melódicas lo asumen los teclados.

El estilo del "Acorralado por tí" es una continuación del anterior disco. Se trata de una incursión en el rock duro. Sin embargo, el sonido es mucho menos potente. Si bien la base rítmica es contundente, la guitarra y la voz, feroces en el anterior disco, ceden presencia en esta ocasión en beneficio de los teclados. Estos cambios en la mezcla de sonido restaron fuerza al disco, aunque ganara en elegancia.

Como prueba de ello, el tema más representativo del disco es un medio tiempo titulado "Ella". "Perseguido" es otro de los temas más emblemáticos. También hay un bloque de canciones de temática épica "El mejor guerrero", "Tú serás su juez" y "Eres invencible" y otro bloque de canciones rockeras "Acorralado por tí", Más quiero más" y "Una noche más". En esta ocasión la totalidad de los temas estaba compuesta por J. C. Molina.

De nuevo, los componentes de la banda variaron para esta ocasión. "Jero" Ramiro abandonó la banda para formar el grupo Santa. En su lugar, regresó al grupo Eduardo Pinilla. El bajista Chiqui Mariscal abandonó Ñu para regresar con Rosendo en su nueva trayectoria en solitario. En su lugar, entró en la banda José Luis Ajenjo. A la batería se incorporó el argentino Alejandro Colantonio que sustityó a Bob Thackway. El único músico que permaneció, además de Molina, fue Miguel Angel Collado en los teclados.

El disco resultó un fiasco en ventas y supuso un nuevo retroceso en la trayectoria comercial del grupo. Este nuevo revés provocó otra crisis con la discográfica. Las ventas no fueron las esperadas posiblemente debido a que el público no asimiló el cambio en el sonido de la banda. El público esperaba un disco más duro que rivalizara con "Fuego". Sin embargo, "Acorralado por tí" ofrecía un nuevo panorama musical que desconcertó a los seguidores.

Después del traspiés de "Acorralado por tí", regresaron los problemas con la discográfica. "Chapa discos" retiró de nuevo la confianza en el grupo y no era una de sus preferencias grabar un nuevo disco de Ñu. Molina se enfrentó, una vez más, a los ejecutivos de la discográfica y esta vez pidió la carta de libertad. Se rompió el contrato y Ñu se quedó sin compañía discográfica. Fue una travesía del desierto que duró hasta que Molina se topó con el locutor radiofónico Mariano García.

García quería emprender una carrera como productor discográfico y consiguió el apoyo financiero del empresario Antonio Rodríguez (propietario de la mítica sala Canciller). Así arrancó el sello discográfico independiente "Discos Barrabas". El primer proyecto de la discográfica sería lanzar un doble disco en directo de Ñu. En la grabación en vivo participarían antiguos músicos de Ñu en una especie de celebración de los primeros 10 años de la banda.

El doble disco en directo se tituló "No hay ningún loco" e incluía temas clásicos de Ñu y una generosa ración de temas nuevos inéditos como "No hay ningún loco", "Prometo besar", "Los ojos de la zíngara" y "Sé quién". Todos los temas nuevos estaban compuestos por J. C. Molina excepto el último mencionado que firmaban Molina-Bertrán. El disco fue un éxito de ventas que hizo verdad el adagio de "...no hay quinto malo". La banda alcanzó con este disco su punto más álgido de popularidad, que se acompañó de diversas apariciones en televisión y numerosas actuaciones.

El sonido del disco, salvando las particularidades por tratarse de un directo, continuaba con la evolución iniciada en el "Acorralado por tí". La guitarra permanecía en un plano discreto pero preciso y compartía el peso de las melodías con los teclados (hubo dos teclistas en el escenario) y el regreso del violín en algunos temas. La voz de Molina recuperó su presencia habitual y la flauta también regresó al protagonismo central. La base rítmica abandonó la pesadez de los dos discos anteriores y recuperó la agilidad de la primera época.

En el primer volumen del disco se agrupan los temas de los tres primeros discos de Ñu, junto con algunos de los nuevos temas. En el segundo volumen del disco se encuentran los temas del cuarto disco, junto con los restantes temas nuevos. A lo largo de todo el disco se respira el calor del público que abarrotó la sala Canciller de Madrid, donde se grabó la actuación durante dos noches seguidas en febrero de 1986.

La formación oficial de la banda para "No hay ningún loco" quedó conformada por J. C. Molina, como siempre, Enrique Bertrán de Lis (guitarra), José Luis Rodríguez (bajo), Tony "el mago" (teclados) y el regreso de Enrique Ballesteros (batería). La lista de músicos invitados es la que sigue a continuación: Miguel Angel Collado (teclados), Jean Francois Andre (violín), José María García (guitarra), Eduardo Pinilla (guitarra), Jerónimo Ramiro (guitarra), Chiqui Mariscal (bajo), José Luis Ajenjo (bajo), Bernardo Ballester (batería), Pepe Moreno (saxo) y Angel Moreno (cantaor).

El "Mensaje del Mago" supone un cambio de estilo drástico con respecto a los discos de la etapa anterior. En este disco Ñu abandona el rock duro y se sumerge en un rock experimental del tipo que practicaban artistas como Mike Oldfield o Alan Parsons. Coloridas melodías se deslizan a lo largo de todo el disco repleto de abigarrados arreglos. La flauta, los teclados y el violín dibujan con agilidad esas melodías. La guitarra completa el cuadro armónico con una ligereza alejada del rock más duro. Lo mismo ocurre con la base rítmica que escapa de la pesadez o contundencia de trabajos anteriores. Quizá lo más sorprendente es el cambio de la voz de Molina que abandona el desgarro de discos previos y se expone con un lirismo desconocido hasta entonces.

La formación de la banda para este disco estuvo encabezada por J. C. Molina en la voz, flauta y teclados. Enrique Bertrán de Lis grabó las guitarras. José Luis Rodríguez se encargó del bajo. Enrique Valiño fue la nueva incorporación en la banda que grabó el violín. Enrique Ballesteros era el batería de la banda en ese momento, aunque no llegó a grabar en el disco. Por primera vez, Ñu incorporó en uno de sus discos una batería programada. También colaboraron las cantantes Vicki y Luisi Estévez, que más tarde formarían "Las supremas de Móstoles", y que grabaron coros en algunas canciones. El disco se grabó en los estudios Red Led y tiene un sonido correcto, aunque la batería no es convincente.

El disco se publicó en 1987 y se grabó menos de un año después de "No hay ningún loco". La compañía "Barrabás" quería aprovechar el éxito de este disco y desembarcar en el mercado con una nueva grabación. A pesar de no ir mal en las ventas, sin embargo, el "Mensaje del Mago" no tuvo la acogida que se esperaba. El brusco cambio de estilo de Ñu, que abandonó el rock duro, no fue bien recibido por parte del público. A pesar de todo, para los seguidores más fieles de Ñu, este disco es uno de los más representativos de la banda y de mayor calidad.

En el "Mensaje del Mago" Ñu regresa al formato de las canciones largas con prolongados fraseos instrumentales en temas como "Cautivo del placer", "Piratas del éxito", "Manicomio" o "Robin Hood". Estas dos últimas son las canciones más representativas del disco, junto con "Una copa por un viejo amigo", un emotivo blues con piano. "Amor en el cielo" fue el single del disco. En esta ocasión todos los temas fueron compuestos por J. C. Molina.

"Vamos al lío" es el disco más heterogéneo de Ñu. Varios estilos se mezclan en esta grabación, aunque predomina un heavy metal, que por aquel entonces comenzaba a perder popularidad como género musical predominante. Ñu se incorporó al género con retraso y en su momento de declive. Las presiones de la compañía discográfica "Barrabás" influyeron en el cambio de estilo de la banda. La compañía retiró parte de la confianza al grupo después del traspiés del "Mensaje del Mago" y en esta ocasión, Mariano García supervisó la producción del disco. Molina describió el estilo del disco como "rock rural" en contraposición al siempre comercialmente exitoso rock urbano.

En el disco "Vamos al lío" se juntan canciones que por su estilo podrían haber estado incluidas en el anterior del "Mensaje del Mago", tales como "Trovador de ciudad" y "No te dejes ganar", con canciones de ritmo pesado al estilo del heavy metal como "Que alguien nos pague", "Fuera de juego" y "La granja del loco". Aparecen dos canciones a medio tiempo como "Yo para tí" y la canción más renombrada del disco "Tocaba correr". Sorprende en este disco la inclusión de una versión de la antigua canción de Leño, "El tren", que compusieron en su momento Molina y Rosendo. Todos los temas están compuestos por Molina, excepto el mencionado de la versión de "El tren" y un solo de guitarra llamado "Fuga... sin modales".

Los músicos que participaron en la grabación y acompañaron a J. C. Molina (voz, flauta, armónica, teclados) fueron Enrique Valiño (violín), que continuaban en la banda. Enrique Ballesteros (batería) y J. L. Rodríguez (bajo) permanecían en la banda, pero no grabaron, ya que por reducir presupuesto se optó por introducir una batería y un bajo programados. Eduardo Pinilla (guitarra) se reincorporó a la banda después de la retirada de la música de Enrique Bertrán de Lis. Por último colaboraron M. A. Collado en los teclados, Angel Moreno y Vicki y Luisi Estévez en los coros.

El disco se grabó en los estudios Red Led de Madrid igual que el anterior. El sonido es correcto excepto por la batería que sigue sin sonar convincente. En esta ocasión la guitarra tiene un papel mucho más protagonista. Los teclados y la flauta adquieren un sonido más robusto que acompañan a la voz de Molina en unos tonos más profundos y menos melódicos. El disco tuvo una discreta aceptación entre el público y confirmaba el declive de la banda.

Después de un año sin publicar un disco, por fin Ñu volvía a la carga en 1990 con el álbum "Dos años de destierro". El propio título el álbum era alegórico de la situación que la banda vivía para entonces. El disminuido éxito de "Vamos al lío" y un conflicto entre los músicos que realizaron la grabación y la compañía "Barrabás", por motivos económicos, había deteriorado las relaciones entre la banda y la compañía discográfica. Dos años fue el período de tiempo que pasó sin que Ñu publicase un nuevo disco. Finalmente, Molina decidió firmar contrato con una nueva compañía, la independiente "Avispa". "Dos años de destierro" es el disco más heavy metal de Ñu. Tuvo una aceptación muy discreta entre el público, aunque la banda no dejó de girar por toda España.

El disco se grabó en los estudios "M-20" de Madrid. La banda quedó reducida a Jerónimo Ramiro en la guitarra, que se incorporaba de nuevo a la banda, y Nikolás del Hierro en el bajo. La batería se grabó una vez más programada por el propio José Carlos Molina que también tocaba la flauta, los teclados y cantaba. Se incluye una breve colaboración de Miguel Angel Collado en los teclados en un tema del disco. La formación de la banda era emblemáticamente metalera. Después de este disco, Jero y Niko formaron el grupo "Saratoga".

El sonido del disco es bueno y muy potente. La guitarra y la base rítmica imprimen un sonido muy pesado que se contrapone a los dibujos melódicos de la flauta, la voz y los teclados. En algunas ocasiones la flauta y la guitarra dialogan extrayendo verdaderos himnos. La temática de las letras regresa a los motivos medievales, que casi había sido olvidado en el anterior disco.

En este disco destacan los temas de "Galeras", "La espada" y "Dama de honor" con temática medieval y cierta complejidad en los arreglos. "Destierro", "Tuboscape" y "Marisoka" son temas de clásica factura metálica. "Arrasando Madrid" y "Estrella" son dos temas a medio tiempo con mayor presencia melódica en las voces y teclados. Por último, fuera de la versión del disco en vinilo quedó un tema que se incluyó en la versión en casette y CD. El tema se llama "Conjuros" y encaja dentro de los temas de temática medieval con fuerte influencia folk, que presagiaba una nueva época de Ñu.

El 24 de abril de 1992 se grabó el segundo disco en directo de Ñu, de nuevo en la sala Canciller de Madrid. Este disco doble significó el reencuentro de la banda con su público, después de una época difícil en la que la banda casi desaparece. El fracaso comercial de "Dos años de destierro" y la posterior ruptura de la banda por desavenencias internas, casi hicieron que J. C. Molina tirara la toalla. Sin embargo, en 1992 se embarca en la nueva aventura que representa la grabación de un disco doble en directo con una banda completamente reformada. El nuevo rumbo implica, incluso, la reconciliación con la compañía de discos "Barrabás" con la que firma un nuevo contrato.

Entre los temas que incluye el disco están algunos clásicos de Ñu que ya se grabaron en el anterior disco en directo, "No hay ningún loco", tales como la propia "No hay ningún loco", "El flautista" y "Más duro que nunca". Pero además, incluye viejos éxitos de la banda como "A golpe de látigo", "Algunos músicos fueron nosotros" y "Que nadie escape a la evolución". Esta última canción era de la época de Rosendo Mercado. También se incluyen éxitos más recientes como "La granja del loco", "Robin Hood", "Tocaba correr", "Trovador de ciudad", "Galeras", etc. Por último aparecen temas nuevos inéditos al igual que ocurría en el anterior disco en directo, "El golfo de la guerra", "Carnaval sangriento" e "Imperio de paletos".

El disco se grabó en una sola noche y de manera accidentada. Al iniciarse la actuación, el público se avalanzó contra las barreras de protección del escenario, con tan mala suerte que se rompieron las mangueras de alimentación electrica del escenario. La actuación se tuvo que interrumpir y a punto estuvo de suspenderse el concierto. Sin embargo, la avería fue reparada y se pudo celebrar el concierto. Como prueba de este percance, al comienzo del disco se oye corear al público "¡qué putada!". A pesar del mal comienzo, el concierto se desarrolló con toda brillantez por parte de la banda.

Los retoques de la grabación se realizaron en los estudios "Talkback" de Madrid. En esta ocasión, Molina permitió menos concesiones a la grabación original que en el anterior disco en directo. En parte porque Molina pensaba que los auténticos discos en directo ya no gustaban al público y en parte porque la grabación, realizada en una sola toma, necesitaba retoques. En cualquier caso, "Imperio de paletos" tiene muy buen sonido y respeta los cánones de un disco en directo. La banda que grabó el disco era completamente nueva y estaba formada por Luis García (batería), Javier Rokaberti (bajo), Carlos Kakutani (guitarra) y José M. Lorenzo (teclados), además del propio J. C. Molina.

La portada del disco sembrada de recortes de prensa sobre casos de corrupción y el propio título del disco "Imperio de paletos" hacían referencia a la situación política que se vivía en España en ese momento y que no era más que un anticipo de lo que vendría después. La letra de la canción "Imperio de paletos" describía un país sin esperanza en el futuro, en el que el individualismo de cada uno se traducía en un "sálvese quien pueda" y donde se exhibía el desprecio por la cultura y lo diferente.

Ñu - (1978) - Cuentos De Ayer y Hoy

Ñu - (1980) - A Golpe De Latigo

Ñu - (1983) - Fuego


Ñu - (1984) - Acorralado Por Ti

Ñu - (1986) - No Hay Ningun Loco (En Vivo)


Ñu - (1987) - El Mensaje Del Mago


Ñu - (1988) - ¡Vamos Al Lio!


Ñu - (1990) - Dos Años De Destierro

Ñu - (1992) - Imperio De Paletos (En Vivo)


Ñu - (1994) - La Danza De Las Mil Tierras


Ñu - (1995) - Veinte Años y Un Día


Ñu - (1997) - La Taberna Encantada

Ñu - (1998) - La Noche Del Juglar

Ñu - (2000) - Cuatro Gatos

Ñu - (2001) - Colección


Ñu - (2002) - Esperando

Ñu - (2002) - Requiem

Ñu - (2003) - Titeres


Ñu - (2006) - La Espada

Ñu - (2011) - Viejos Himnos Para Nuevos Guerreros


Ñu - (2012) - ...Y Nadie Escapó De La Evolución



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